El vehiculo eléctrico y las instalaciones fotovoltaicas residenciales
Vitoria, junio de 2019
Si en estos últimos meses nos hemos interesado por los vehículos eléctricos o por las instalaciones fotovoltaicas y hemos dedicado un mínimo de nuestro tiempo a leer prensa o a buscar información por Internet, es muy posible que nos hayamos topado con afirmaciones como estas.
“Los vehículos eléctricos y las baterías pueden impulsar el crecimiento de la energía solar residencial”
“Un coche eléctrico permite reducir el tiempo de amortización de una instalación fotovoltaica”
Pues vamos a tratar de aclarar la situación actual.
Cada vez son más las familias que se lanzan a la instalación de un sistema fotovoltaico en sus viviendas.
Una posibilidad favorecida por las bajadas de precios de las placas en los últimos años, que se ha acompañado por la mejora objetiva de las baterías de litio, que permiten sacar un mayor partido a la misma. Y que lo ha impulsado definitivamente la nueva regulación normativa del pasado Abril, en virtud de la cual podemos consumir nuestra propia energía y la que no usamos y vertemos a la red nos será compensada con la que consumamos, mes a mes.
Pero la gran pregunta de muchos usuarios es el tiempo de amortización de unas placas solares.
La respuesta depende en cada caso, como el coste, del gasto mensual en electricidad, y sobre todo si cuentan o no con un coche eléctrico en la vivienda. Ese es el caso que permite disparar el ahorro mensual y reducir el tiempo necesario para recuperar la inversión.
No pretendo que sea este el momento de hacer loas al vehículo eléctrico, pero lo que está claro es que ha venido para quedarse.
Siendo rigurosos a la mayoría de nosotros la autonomía de los vehículos eléctricos nos es suficiente para ir y volver al trabajo. ¿Os imagináis si en lugar de pasar por la gasolinera a llenar el depósito cada semana, cargáis vuestro vehículo con vuestra energía?
Según el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero añadir un coche eléctrico a la vivienda permite reducir a la mitad el tiempo necesario para amortizar la inversión en una instalación fotovoltaica con baterías.
Por ejemplo, si a una instalación media, con 4 kwp de placas, 8 kwh de almacenamiento en baterías, le añadimos un coche eléctrico con unos 35 kwh de batería, le permite reducir la amortización de los 9 años actuales a los 3 años.
Sin duda el mayor potencial está en aprovechar la energía fotovoltaica para recargar además un coche eléctrico, pues con las baterías de la vivienda podremos recargar nuestro coche por la noche.
Un factor que animará a muchos propietarios de este tipo de vehículos a instalar placas, y a los que ya las tienen, a comprarse un coche impulsado por electricidad.
Además actualmente ya no solo pueden tener esta opción los propietarios de viviendas individuales. Al contrario. Hoy en día viviendo en un edificio de pisos y gracias a la opción de usar el autoconsumo colectivo, podemos instalar placas en nuestros tejados y cargadores de coche en los sótanos.
Algunos fabricantes de equipos fotovoltaicos han empezado ya a ofrecer kits de paneles solares para el hogar con cargador de coche eléctrico integrado.
Productos como estos, encaminados a facilitar que pueda recargarse el vehículo eléctrico en el propio hogar son una evidencia más de que transporte eléctrico y energía fotovoltaica pueden trabajar juntos a la perfección.
Para el medioambiente, esta unión supone un impulso hacia la sostenibilidad que es vital para el futuro de nuestro planeta.
Para el consumidor, supone la posibilidad de que sus placas solares le ayuden a que los gastos en gasolina pasen a la historia.
Tampoco es que esté mal. ¿Verdad?
