Autoconsumo eléctrico

En ERIBI-ENERGÍAS RENOVABLES realizamos diferentes tipos de instalaciones de energías renovables para el autoconsumo de energía eléctrica para empresas y para particulares, mediante energía solar fotovoltaica, energía minieólica y minihidráulica. En primer lugar se lleva a cabo un análisis de los recursos energéticos disponibles y la disponibilidad de estos, buscando siempre el mayor rendimiento posible.

Actualmente la amortización de este tipo instalaciones es inferior a 10 años como norma habitual, lo que se reduce con las ayudas existentes por las diferentes administraciones. En estos momentos las energías renovables son rentables desde un punto de vista puramente financiero. 

  • Autoconsumo eléctrico con venta a red: la energía eléctrica producida es consumida por el usuario. La energía sobrante se vierte a la red y se vende a precio de mercado en el pool eléctrico. Si la electricidad producida no es suficiente para cubrir la demanda, se consume de la red.  
  • Autoconsumo eléctrico Aislada: toda la energía eléctrica producida se consume no vertiendo nada a la red. La electricidad no consumida es almacenada en baterías para su posterior uso. Es habitual la instalación de un generador eléctrico para suplir posibles puntas de consumo o momentos de baja producción continuados. Este tipo de instalaciones solo se llevan a cabo en lugares donde no hay acceso a la red eléctrica. 
  • Autoconsumo eléctrico con balance neto: la legislación que regulara esta opción aún no está en vigor. La energía no consumida por el usuario es vertida a red, pudiéndose recuperar posteriormente para su consumo. Por la energía recuperada habrá que pagar unos peajes por uso de la red. En este caso la red de distribución eléctrica funciona a modo de batería para el usuario. 

Ventajas del autoconsumo de energía

  • Se evita el constante incremento de la tarifa eléctrica.
  • Se reducen los picos de potencia.
  • Es ecológico y respetuoso con el medio ambiente.
  • Es una inversión rentable.
  • Mejora la imagen de las empresas.
  • Larga vida de las instalaciones (25 años).
  • Mejora la calidad de la energía utilizada (Armónicos, factor de potencia, etc). 
  • Se evitan perdidas de energía derivadas del transporte.
  • Se fomenta la economía local.